domingo, 26 de febrero de 2017

"Mayor Felicidad" un curso optativo en Harvard con 1400 inscritos al semestre.

La felicidad es el anhelo de cualquier persona, pero muchas veces no se sabe cómo alcanzarla. Por esto, la Universidad de Harvard diseñó un curso que ayuda a conseguir ese estado, cátedra que se ha convertido en una de las más populares de esa prestigiosa casa de estudios.

La clase se llama "Mayor felicidad" y es dictada por Tal Ben-Shahar, un israelí experto en psicología positiva. A pesar de ser un curso electivo, cada semestre 1.400 alumnos de diferentes carreras se inscriben en él.

La cátedra está fundamentada en encuestas y estudios de campo sobre las características y componentes que permiten vivir felizmente. En ella Ben-Shahar, también conocido como el gurú de la felicidad, entrega 13 consejos que contribuyen a alcanzarla.

Son tips bastante sencillos y fáciles de seguir. Aquí están:

 1.- Realiza algún ejercicio: Los expertos aseguran que hacer actividad física es igual de bueno que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo. Treinta minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.

2.- Toma desayuno: Algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren engordar. Estudios demuestran que desayunar ayuda a tener energía, pensar y desempeñar exitosamente las actividades.

3.- Agradece a la vida todo lo bueno que tienes: Escribe en un papel 10 cosas que tienes en tu vida que te dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud nos obligamos a enfocarnos en cosas buenas.
4.- Sé asertivo: Pide lo que quieras y di lo que piensas. Está demostrado que ser asertivo ayuda a mejorar la autoestima. Ser dejado y aguantar en silencio todo lo que te digan y hagan, genera tristeza y desesperanza.

5.- Gasta tu dinero en experiencias no en cosas: Un estudio descubrió que el 75% de las personas se sentía más feliz cuando invertía su dinero en viajes, cursos y clases. En tanto, sólo el 34% dijo sentirse más feliz cuando compraba cosas.

6.- Enfrenta tus retos: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Estudios demuestran que cuanto más postergas algo que sabes que tienes que hacer, más ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas a realizar y cúmplelas.

7.- Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados: Llena tu refrigerador, tu computador, tu escritorio, tu dormitorio, en fin, tu vida de recuerdos bonitos.

8.- Siempre saluda y sé amable con otras personas: Más de 100 investigaciones afirman que sólo sonreír cambia el estado de ánimo.

9.- Usa zapatos que te queden cómodos: Si te duelen los pies es seguro que te pondrás de mal genio, asegura el doctor Keinth Wapner, Presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.

10.- Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia el frente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.

11.- Escucha música: Está comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar, lo que alegra la vida.

12.- Aliméntate bien: Lo que consumes tiene un impacto importante en tu estado de ánimo. Por esta razón, lo recomendables es comer algo ligero cada tres o cuatro horas para así mantener los niveles de glucosa estables; no saltarse comidas; evitar el exceso de harinas blancas y el azúcar; comer de todo y variar los alimentos.


13.- Arréglate y siéntete atractivo(a): El 41% de la gente dice que se siente más feliz cuando piensa que se ve bien.

jueves, 9 de febrero de 2017

Estrategia y táctica.

Estrategia y táctica son dos términos que muchas empresas confunden. No solo en su concepto sino, claro está, en la aplicación que le dan a sus negocios.
La estrategia tiene que ver con lo que queremos conseguir. Son las grandes líneas maestras y responden, siempre, a un profundo conocimiento de lo que hace nuestra competencia y de lo que quiere nuestro cliente. La táctica es el detalle de cómo vamos a poner la estrategia a trabajar, que herramientas usaremos y cómo. La estrategia es de largo plazo mientras la táctica se centra en el corto plazo.
Una decisión estratégica es estar en Redes Sociales para acercar la compañía a nuestros clientes y darles un mejor servicio. La decisión táctica sería estar en Twitter porque es allí donde se concentra el grueso de nuestros clientes y donde podemos dar una mejor y más rápida respuesta.
Para mí son fases consecutivas que hay que cubrir sí o sí. Pero a menudo, muchas empresas cometen dos errores:
  1. No hacen ningún tipo de planificación estratégica básicamente porque tienen “prisa” y porque tienden a identificar el término y su concepto a grandes empresas.
  2. Se van directamente a la táctica porque lo han visto hacer a otros, por el efecto moda o porque, simplemente, su negocio es “tan fácil” que no necesitan reflexionar en que cosas pueden hacer. Las hacen y punto.
Yo soy de los que creen que todo negocio necesita definir claramente su estrategia y que para ello no es necesario escribir un tocho. Horas de trabajo sí, pero no hacer un vademécum de 100 páginas. Puedes definir tu estrategia en tan solo 2 páginas (y ¡en una también!). Es posible que conozcas tan bien el sector, la competencia y a tu cliente que ni siquiera necesites dedicarle horas a analizarlo. Quizás eres de los que dedica una parte del día a investigar, lo haces de manera rutinaria y continua. Si es así te felicito, eso te ahorrará tiempo. Pero siempre necesitaras unas horas para plasmar todo ese conocimiento en un documento. Como el Business Model Generation, por ejemplo. Pero no hacerlo es un error. Irse directamente a decidir que vas a estar presente en tal sitio porque mi vecino está es tomar un peligroso atajo que, al final, puede llevarte a perder mucho más tiempo que el que hubieras invertido en darte cuenta que ese sitio no era para ti. Mucho peor porque no sabes para que estás.
Definir una estrategia sirve igual para un restaurante o una tienda de mascotas como para lanzar una línea de ropa o un coche. Y son justamente los negocios pequeños, y locales, los que habitualmente se van a la táctica lo que resulta un tanto paradójico si consideras que están más cerca de sus clientes que las grandes multinacionales cuyos profesionales realizan sus planes estratégicos desde un despacho en la planta 15 de un edificio a las afueras.
Hace unos meses una amiga mía que estaba por abrir un restaurante me preguntó si podía darle algún consejo en cómo enfocarlo y cuando le dije que para eso necesitaba un tiempo para conocer su negocio me respondió “¿Qué tienes que saber? Es fácil: compras buen producto y lo vendes”. Visto así la cosa parece sencilla, ¿verdad? Pero no es tan sencillo. Irse a la táctica puede llevarte a cometer pequeños errores que sumados te desposicionan. Si no empiezas pensando donde quieres colocar tu negocio y cómo quieres que la gente te vea, no serás capaz de definir con claridad que “cosas” debes hacer en el día a día para que te ayuden a establecer en la mente del consumidor/cliente la posición que esperas conseguir.
En realidad el método es muy sencillo y se basa en la reflexión y en la investigación.
  1. Saber quiénes son, o quieres que sean, tus clientes.  Siempre puede haber varios targets y, la mayoría de las veces, hay un core-target, aquel que es el más importante ya sea por volumen o por gasto que realizarán o por cualquier razón.
  2. Tener claro que ha hecho y que hace la competencia. Donde tiene más éxito.
  3. Conocerse muy bien a uno mismo. Entender y aceptar tus limitaciones pero también saber en que eres bueno. Todos somos muy buenos en algo, en algo aportamos más valor que el resto. Eso es lo que nos diferencia. Eso te lleva a establecer el posicionamiento.
  4. Pensar, pensar y pensar.  Ponerse objetivos acorde con todo lo anterior. Y escribir un DAFO ¡Que es una cosa sencillísima pero de gran ayuda!
  5. Una vez tengas todo esto hecho podrás hacer, de una manera rápida y sencilla, una táctica que te ayude a conseguir tus objetivos y alcanzar el posicionamiento deseado.
  6. Y por último: dudar, replantearse las cosas, analizar y mejorar.
En definitiva es un proceso que cualquiera puede y debe hacer. No importa tu tamaño, lo que importa es tu actitud y tus ganas por hacerlo. Y si no eres capaz de hacerlo solo o estás tan metido en el día a día que no puedes mantener la distancia necesaria para ser objetivo, busca la ayuda de profesionales. Somos muchos los que nos dedicamos a asesorar a compañías en la definición de estrategias de negocio o de marketing, ya sea online u offline o ambas. Y de todos los tamaños, desde freelance hasta grandes consultoras, para cualquier tamaño de empresa o negocio. Pero lo más importante es que hagas algo más que “comprar genero y venderlo” … ¡Métele cerebro y reflexión a tu negocio!

martes, 24 de enero de 2017

Prioricemos. Presupuesto Personal o Familiar

Prioricemos.  Si no tenemos el control básico de nuestras finanzas es muy probable que no podamos enfocarnos en establecer metas que nos ayuden a crecer, y menos podremos encontrar el tiempo y el ánimo para cumplirlas.

Por lo tanto, primero lo primero, debemos conocer de forma precisa cuales son nuestros ingresos y aquellos gastos fijos que tenemos, para de ahí partir teniendo en mente cual es nuestro PRESUPUESTO, verificar nuestro estado de salud financiera y empezar a tomar decisiones efectivas al respecto.


> Para estar enfocados en nuestro crecimiento debemos tener la tranquilidad de tener cubierto nuestro presupuesto personal o familiar, según sea el caso.




El principal objetivo de elaborar un presupuesto, es tener un mayor control de nuestros egresos, procurando siempre que la diferencia entre los ingresos y egresos, sea la mayor posible.

Veamos a continuación cuáles son las razones de elaborar un presupuesto personal o familiar:

CONOCER nuestro nivel de ahorro (ingresos menos egresos) y de ese modo, saber si estamos logrando un nivel de ahorro adecuado, o es necesario reducir algunos gastos, o buscar nuevas fuentes de ingresos (por ejemplo, nuevos negocios o inversiones).

IDENTIFICAR las partidas donde se concentra el mayor porcentaje de egresos y de ese modo analizar si es posible reducir los gastos en dicha partida.

CONOCER nuestro nivel de endeudamiento (egresos como consecuencia del pago de deudas) y de ese modo saber si debemos limitar el uso de deudas o en todo caso si es posible adquirir nuevas.

Una vez que hemos tomado la decisión de tomar control de nuestro presupuesto, debemos tener una metodología para hacerlo, por lo que te aconsejo llevar a cabo los siguientes puntos:

1° La herramienta. El trabajo inicia escogiendo una herramienta donde se registrará todos los datos necesarios. Esta herramienta puede ser desde una libreta de apuntes o un cuaderno hasta una página de Excel. Solo recuerda que esta herramienta debe de estar disponible en todo momento para que puedas hacer revisiones y registros.

2° Registrar la información. En la herramienta hay que registrar toda la información de nuestros gastos e ingresos en un mes. Para ello es conveniente disponer de dos columnas a fin de indicar en cada una el dato que corresponda. Antes de hacer las inscripciones, tómate el tiempo necesario para hacerlo lo más preciso posible.

3° Identificar los ingresos. Es importante que al registrar tus ingresos sepas discernir entre los que son tus ingresos fijos (sueldo, pensión de jubilación, dinero por otras rentas) y los ingresos variables (horas extras, comisiones, premios, inversiones, trabajos independientes, colaboraciones, etc.). Esto te permitirá tener una idea más acertada de cuánto dinero realmente logras percibir.

4° Identificar los gastos. Este el paso más complejo, porque deberás de ser lo más riguroso posible. La idea es que escribas tus gastos fijos (alquiler o hipoteca, servicios básicos, mensualidad escolar, impuestos del hogar, impuesto vehicular, transporte y gasolina, tarjetas de crédito), pero también y de la forma más certera tus gastos variables (alimentación, aseo y limpieza, útiles de estudio) y tus gastos extras (regalos, viajes, vacaciones, cines, salidas, ocio, entretenimiento, etc.). Si te apegas a esto, podrás realmente observar tu nivel de gasto.

5° Gestionar el presupuesto. Una vez que ya tengas en números tus ingresos y gastos, deberás hacer un balance. Si tus gastos superan a tus ingresos, estás en rojo, en déficit, por lo que debes de hacer un recorte en gastos variables o extras o aumentar los ingresos para equilibrar tus finanzas. Sin embargo, si el balance indica lo contrario a esta primera situación, el dinero restante en ingresos puedes y debes destinarlo al ahorro (entre 5% y 10% de tu sueldo) que bien podrá servirte para futuras inversiones.

Si te sirvió esta publicación para tener más claro el para qué elaborar un presupuesto personal o familiar te pido que nos regales un like en esta página y en mi página de Facebook ; si gustas dejar un comentario en esta página o en Facebook te enviare una herramienta en Excel para que lleves a cabo tu presupuesto y sea más fácil gestionarlo.  De igual manera me puedes enviar un correo a smadrigal@gmail.com y te enviare la herramienta.
También si te interesa asistir a nuestros Talleres de Eficiencia Personal en donde manejamos el uso de esta herramienta y como gestionarla correctamente escríbenos a la misma dirección de correo electrónico, para darte fechas, lugares y demás detalles.

Gracias por leer y espero sea de mucha utilidad.

Conocimiento que se adquiere y no se practica en las próximas 24 horas se pierde.



Lic. Sergio A. Madrigal

Artesano de Efectividad Personal