¡Ah! ... Pero eso sí... mañana nos casamos...
pero eso sí .... Mañana
te lo doy...
pero eso sí .... La última
y nos vamos (¡no!)
¿A que le tiras cuando
sueñas, soñador?
Chava Flores “A que le tiras cuando sueñas mexicano.”
Los mexicanos somos geniales cuando de reírnos de nuestros
problemas se trata, en canciones, chistes y en recientes tiempos a través de
memes. Uno de los problemas más grandes
que tenemos no solo los mexicanos, sino en general los seres humanos es el de
dejar las cosas para otro momento.
Al rato, en la tarde, mañana,
el lunes en fin cualquier punto en el futuro que no sea el momento en el que
estamos viviendo. Este es un hábito
vicioso que afecta nuestra vida, y la única manera de cambiarlo es tener
acciones que generen nuevos hábitos positivos.
Cuando una tarea nos resulta incómoda, difícil o aburrida,
nuestro cerebro ante esa situación hostil intenta aliviar la ansiedad con otra
actividad que nos presenta como necesaria pero claramente no lo es. Lo que se
debe hacer se archiva en nuestra mente como dolorosa y las excusas brotan con
una brillante originalidad. Las consecuencias las sabemos todos: acumulación de
obligaciones, sentimiento de culpa y propósito de mejora para el día siguiente.
Y vuelta a empezar en un bucle castigador con el desgaste emocional que eso
supone.
Reeduca tu mente y
pasa a la acción. Olvídate de ser el hombre o mujer del mañana.
Te propongo 5 acciones claras para hacerlo:
1. Ten claro tus objetivos
La metodología SMART para definir objetivos es una de las
más efectivas y sencillas de aplicar. En ella los objetivos tienen que cumplir
unos requisitos: ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un
tiempo concreto para completarlos. Cuando se tiene presente este esquema en el
día a día, es difícil aplazar las obligaciones porque se sabe perfectamente en
cada momento que es lo que hay que hacer y se reduce así la incertidumbre.
2. Gestiona tu energía
El día tiene 24 horas y no podemos cambiarlo. Las horas para
cumplir nuestras tareas son limitadas al igual que nuestra energía, pero con
ella sí podemos controlar de qué manera la gastamos. Es obvio que no somos
máquinas y no siempre tenemos la energía y la capacidad 100%. Si conocemos
nuestro ciclo interno para saber qué momento del día tenemos más fuerza para
realizar una actividad complicada, podemos planificar nuestra agenda para ser
más productivos y eficaces. De esta manera cumpliremos con nuestros objetivos
sin posponer ya que los realizaremos cuando nuestra mente esté más activa y
creativa.
3. Divide tus actividades en tareas pequeñas y concretas
Nos solemos abrumar si contemplamos una tarea en su conjunto
pero si dividimos un proyecto en pequeños pasos, que tenemos que ir cumpliendo
poco a poco, el reto resulta menos complejo. Además de esta manera podrás
recompensarte en cada avance, establecer las pausas de descanso (método
Pomodoro: 25 minutos de trabajo y 5 de break) y motivarte cuando veas lo
recorrido.
4. Evita las distracciones
Cuantas más distracciones se tienen en el entorno más
difícil resulta concentrarse y más fácil será dejar las cosas para otro momento.
Ante una tarea complicada, es mejor desconectar el celular y correo, ordenar la
zona de trabajo y escuchar música que te aísle de ruidos externos.
5. Herramientas tecnológicas
Lo bueno de las nuevas tecnologías es que podemos
aprovecharnos de aplicaciones o herramientas que nos organicen nuestras tareas
y así darle un respiro a nuestra memoria. Estas apps nos ayudan a gestionar
tareas, fijar fechas, activar alarmas, plantear esquemas de ejecución y así
organizar el día y procrastinar menos.
Después de lo dicho, toma la decisión de dejar de aplazar
tareas en tu vida. Cada día cuenta para abandonar este hábito tan perjudicial y
cada mañana es una oportunidad real de cambio. No hay que esperar a la presión,
a la última hora y a trabajar con estrés. Todos sabemos que lo que más cuesta
es el minuto antes de empezar, donde más nos tenemos que obligar. Dar el primer
paso siempre fue de valientes, así que ánimo y a caminar.
¿Sabes la diferencia entre un sueño y una meta? Tan solo una
fecha.